Esta es la primera fase del proceso de producción. El resultado final dependerá en parte de la calidad de esta operación, que consiste en obtener una mezcla perfectamente homogénea mezclando la parte "sólida" (sémola/harina) con la parte "líquida" (agua o agua más huevos, o incluso otros líquidos, como el vino, por ejemplo, que se utiliza en la composición de algunas especialidades italianas, como la pasta Barolo).
La cuba de amasado: la primera etapa de la elaboración

Las extrusoras o laminadoras suelen estar equipadas con una cuba, denominada "cuba de amasado", con un eje mezclador horizontal dotado de cuchillas especialmente diseñadas para garantizar una mezcla correcta.

Una vez finalizada la operación de mezclado, es decir, cuando la parte seca se ha hidratado de forma homogénea, la etapa de amasado ha terminado y se podrá pasar a la siguiente etapa (laminación o extrusión).

En esta fase del proceso de producción, la mezcla debe estar en forma granular, con la sémola aglomerada formando pequeñas bolas de uno a dos centímetros de diámetro.

En el caso de la producción industrial, los dispositivos de dosificación garantizan el suministro preciso de la sémola, el agua por nebulización y los huevos.