1) Producción de pasta por extrusión (extrusoras o prensas)
Este proceso utiliza un tornillo de Arquímedes, comúnmente conocido como "tornillo sin fin", que ejerce un empuje en el interior del cuello de extrusión para hacer pasar la mezcla (previamente amasada) a través de matrices, a cuya salida se forma la pasta. Este tipo de equipo es el más versátil, ya que las máquinas son capaces de producir todas las formas de pasta, largas o cortas, así como pasta "plana", como tallarines, o abaisses (láminas de masa).

La presión ejercida por el tornillo de Arquímedes es de una media de 100 kg por cm2 para las máquinas profesionales. Esta presión provoca el calentamiento tras un largo periodo de producción. La temperatura debe permanecer por debajo de los 50ºC para evitar el deterioro de las cualidades físicas y nutricionales de la sémola. Por lo tanto, es útil enfriar el tubo de extrusión, especialmente si la máquina está trabajando continuamente. Dependiendo del tamaño de la extrusora, la refrigeración se consigue simplemente haciendo circular una corriente de agua a través del dispositivo de refrigeración alrededor del cuello o utilizando una unidad de refrigeración, que garantiza una temperatura precisa y constante.

Características de la masa extruida:
Además de su versatilidad, la producción de masa por extrusión se caracteriza por una masa más densa y firme.
El tipo de matrices también puede influir en el resultado final.
- Las matrices de bronce, que dan a la pasta un aspecto más rústico y tosco "a la antigua" y que, según los entusiastas, "atrapan" mejor la salsa
- La matrices con inserciones de teflón, que dan a la pasta un aspecto más suave y vistoso. Las prensas más pequeñas se suelen utilizar con matrices recubiertas de teflón, ya que éstas favorecen un "mejor deslizamiento" y, por tanto, mejoran la capacidad de producción. Pero las líneas industriales también las están adoptando, para mejorar su rendimiento productivo.

2) fabricación de pasta por laminación
Este proceso consiste en hacer pasar la mezcla de la cuba de amasado (una mezcla hecha con proporciones de sémola/líquido idénticas a las de la extrusión), entre cilindros que extenderán la masa en varias etapas.

Con un laminador semiautomático, el operario tendrá que coger la masa amasada y pasarla entre los cilindros del laminador para estirarla poco a poco, reduciendo el grosor cada vez, hasta obtener una lámina.

En las unidades de producción semi-industriales o industriales, el sistema está automatizado y a la salida de la mezcladora, la mezcla pasa a un grupo de laminación dentro del cuerpo de la máquina, para ser mezclada por laminadores. A la salida del grupo de laminación, la hoja (plancha) se coloca en una cinta transportadora y se enrolla en bobinas. Estas bobinas pueden utilizarse para alimentar máquinas de raviolis, máquinas para la producción de nidos o Farfale (mariposas) y máquinas de corte de tallarines.

El laminado es una técnica menos versátil que la extrusión: produce una "hoja" de masa, pero no pastas cortas, como el Fusili, o largas y esféricas, como el Spaghetti. Sin embargo, esta "hoja" puede cortarse en tallarines de diferentes anchos o en espaguetis cuadrados "alla chitarra". Esta técnica también produce una masa más blanda, muy adecuada para la pasta rellena (raviolis, tortellini, etc.) y los tallarines frescos.